DESDE EL PUNTO DE VISTA DE LA CANTIDAD DE TRABAJADORES QUE OCUPA
Esta es una clasificación bastante arbitraria, que tiene su génesis antes de la revolución industrial, donde la importancia relativa de las empresas estaba dada por el número de trabajadores que contrataban. Con la incorporación de la tecnología, la cantidad de mano de obra no representa necesariamente la importancia de la institución, reemplazándose la cantidad por la calidad del trabajador. Es así como las empresas se clasifican en:
MICROEMPRESAS
Cuando el número de trabajadores no supera 5 trabajadores, o son constituidas por un grupo familiar. Un ejemplo de ellas lo reflejarían los suplementeros, un pequeño taller de reparaciones eléctricas o un modesto taller de costura.
PEQUEÑAS
Cuando el número de trabajadores varía entre 6 y 50 trabajadores. En este caso se podría considerar a una imprenta, un lavaseco o una distribuidora de periódicos.
MEDIANAS
Cuando el número de trabajadores varía entre 51 y 400 trabajadores. La ejemplificación de esta categoría de empresas estaría dada por una empresa agrícola o una empresa forestal.
GRANDES
Cuando el número de trabajadores es superior a 400 trabajadores. En esta situación se podrían encasillar a empresas que utilizan intensivamente mano de obra, como lo sería una textil o una elaboradora de alimentos, como es el caso de Soprole o Carozzi.
Cabe hacer notar que esta categorización sigue teniendo validez para algunas instituciones públicas, que aún la utilizan para la realización de sus actividades de carácter fiscalizador, como es el caso de la Inspección del Trabajo, Impuestos Internos y otros.
DESDE EL PUNTO DE VISTA DE LA MATERIA PRIMA QUE UTILIZAN:
La materia prima se constituye en el elemento principal del proceso de transformación, y es así como las empresas se clasifican en:
PRIMARIAS
Son consideradas así cuando la materia prima la obtienen extrayéndola directamente de la naturaleza. Sus productos no poseen un gran valor agregado, ya que tan sólo sufren pequeñas modificaciones y son utilizados para consumo intermedio, vale decir para integrar otro proceso productivo o para consumo final, vale decir, para su consumo directo. Es el caso de las empresas forestales, agrícolas, pesqueras, mineras u otras de similares características.
SECUNDARIAS
Se consideran en esta categoría a las empresas que utilizan como materia prima a la proveniente de la empresa primaria, integrándola e introduciendo un valor agregado destacable a sus productos, que serán destinados a consumo intermedio o a consumo final. En esta situación nos encontramos con empresas como los molinos, curtiembres y otras.
TERCIARIAS
En esta categoría, se considera a las empresas que utilizan como materia prima a la proveniente de la empresa secundaria, y sus productos son destinados a consumo final.
Generalmente son empresas armadoras. El valor agregado que le introducen a sus productos consiste fundamentalmente en ensamblar partes y componentes. El mejor reflejo de ellas son las empresas de maquila, que han permitido desarrollar a economías que de primarias o emergentes han pasado a industrializadas como es el caso de Taiwán, Corea o Malasia. En el caso nacional se podría destacar a la empresa Metalpar que inició sus actividades ensamblando carrocerías y chasis, y hoy sólo importa los chasis produciendo totalmente las carrocerías.
DESDE EL PUNTO DE VISTA DE LA TECNOLOGÍA QUE UTILIZAN
El componente tecnológico hoy en día se constituye en uno de los elementos gravitantes para medir el nivel de desarrollo de las empresas, y esto dice relación con la capacidad de adquirir o generar las tecnologías necesarias para mejorar los procesos productivos. Las empresas que poseen y generan su propia tecnología, se independizan y desarrollan, aquellas que siguen adquiriendo la tecnología de otras, siguen siendo dependientes y por lo tanto, en vías de desarrollo. Es así como las empresas se clasifican en:
ARTESANALES
Son aquellas en que la presencia del capital es insuficiente o mínima, por lo cual la existencia de tecnología es nula o muy rudimentaria, por tanto su mano de obra no es calificada o capacitada, y sus productos son de consumo restringido, es decir, son los clientes quienes se acercan a los centros de producción, ya que la capacidad del negocio no les permite establecer adecuados mecanismos de distribución. Es el caso de los orfebres, las tejedoras de La Ligua, los cesteros de Tinguiririca o los alfareros de Pomaire.
INDUSTRIALES
Son aquellas en que la presencia de capital es intensiva, lo que les permiten utilizar tecnología suficiente, y por consiguiente su mano de obra debe ser calificada o capacitada, para una adecuada utilización de ella. Sus productos son de consumo masivo, ya que generan adecuados canales de distribución, lo que les permite tener presencia territorial y llegar a toda la comunidad. Es así como encontramos a empresas como las grandes productoras de calzado, las transnacionales japonesas y las fabricantes de automóviles.
AVANZADA TECNOLOGÍA
Son aquellas en que su actividad principal es la generación de nuevas tecnologías. Para lo anterior deben utilizar capital en niveles extraordinarios, lo que las obliga a contar con tecnología de última generación, debiendo para ello requerir de mano de obra profesionalizada. Sus productos son de consumo selectivo, ya que es la propia empresa quien determina a los futuros usuarios de sus elaborados. En este caso se encuentran las empresas que participan de la formula uno, los laboratorios químicos farmacéuticos y las de tecnología aeroespacial.
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